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EMIGRACIÓN: JÓVENES AL EXILIO

En lo que se refiere a los jóvenes, la crisis económica está teniendo como consecuencia un fenómeno nuevo para la población joven española: la emigración hacia otros países con mayores oportunidades laborales y económicas. Hasta ahora la población joven se caracterizaba por su escasa movilidad geográfica dentro y fuera de España. Sin embargo la crisis ha activado un proceso migratorio entre los jóvenes que puede incrementarse en los años posteriores si el desempleo juvenil no desaparece. 

 

Esta recesión económica ha tenido un importante impacto en este colectivo en toda Europa, pero especialmente entre los jóvenes menores de 25 años. En el gráfico evolutivo siguiente se observa cómo el desempleo juvenil se ha incrementado en todos los países desde el año 1999, siendo especialmente relevante en España, donde la tasa de paro juvenil ha pasado de ser el 26,1% en 1999 a ser el 46,4% en 2012, siendo el doble de la media europea. Los países que menos han experimentado la destrucción de empleo juvenil han sido Alemania y Dinamarca.

 

Alrededor de 300.000 jóvenes españoles formados han abandonado el país desde 2008 hasta el 2011, desalentados por la falta de oferta laboral. Según la reforma laboral aprobada por el nuevo gobierno, durante el primer año de contrato, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) podrán despedir al trabajador sin indemnización ni causa, lo cual supone abrir más aún las puertas al empleo precario y temporal. Los jóvenes de menos de 25 años, por su falta de experiencia, seguirán así abocados a trabajar por un sueldo irrisorio o a realizar prácticas no remuneradas. Los recortes que se han hecho en investigación han convertido lo que antes era una oportunidad para formarse en el extranjero en una obligación, y España se enfrenta a una auténtica 'fuga de cerebros' que, sin duda, repercutirá a largo plazo en el país, tanto social como económicamente.

 

Lo peor de esta situación es no saber cuánto va a durar. La mayoría de los jóvenes que se van lo ven como algo temporal, piensan en trabajar fuera unos años hasta que "pase la crisis", o al menos su peor parte, para volver a casa y buscar trabajo allí. Sin embargo, ¿que es lo que les espera? Muchos de estos jóvenes han crecido con un nivel de vida que difícilmente van a ser capaces de mantener.

 

 

Nos venden la “movilidad exterior” como búsqueda de oportunidades formativas y laborales, pero nos están condenando a un exilio indefinido. Hay que tener en cuenta que, en una situación de crisis mundial como en la que nos encontramos, marcharse de un país sin ningún tipo de seguridad, no es fácil (ya es difícil sobrevivir día a día para muchas personas, ¿cómo les dices que se vayan fuera?), ya que las probabilidades de encontrar algo fuera de España tampoco son muy altas.

 

Más aún, cualquier ciudadano español podrá quedarse sin derecho a atención sanitaria si es parado de larga duración, ha agotado el subsidio de desempleo u otras prestaciones similares y pasa más de tres meses fuera de España en un año. Según declaraciones de Rubén Moreno (portavoz de Sanidad del PP en el Congreso): “Si pasas más de 90 días fuera del país, dejas de ser residente español y te conviertes en residente de otro país, que es el que debe cubrir la asistencia sanitaria en lugar de que lo haga España con cargo a sus impuestos”. Teniendo en cuenta el número de parados que hay en España y que la emigración económica forzada es una de las salidas, un amplio sector de la población, sobre todo joven, puede se verá afectado. Es decir, si vuelves a los 90 días porque tu proyecto ha fracasado estarás sin prestación.

 

La situación precaria de la investigación en España causa el inquietante fenómeno de la fuga de cerebros. Muchos investigadores, generalmente en los últimos años de su doctorado o recién obtenido éste, ante la falta de perspectivas de futuro en el sistema de investigación español, deciden irse a investigar a otros países. Es importante incidir en que no se trata de un traslado temporal para aprender nuevas técnicas o recoger materiales (por ejemplo una estancia postdoctoral), sino que en muchos casos el desplazamiento se vuelve permanente, porque no hay posibilidades de volver.

 

Mientras tanto, en España el gobierno sigue haciendo recortes y los jóvenes españoles se marchan huyendo de la pregunta que nadie quiere hacerse: ¿Está la juventud española condenada a la emigración y al desempleo?

 

 

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